No quiero que esto se convierta en una despedida, ni tampoco algo aburrido, encorsetado o demasiado pomposo. No se me da bien decir lo que pienso directamente y mucho menos encontrar un título adecuado para un texto o historia. Quiero que esto sea un recuerdo, un gracias a todo lo que me ha aportado este año y sobre todo un hasta luego.
Cuando elegí periodismo como optativa no tenía demasiadas expectativas, no sabía como serían las clases o que profesor nos tocaría. A decir verdad, en un principio fue una asignatura por comodidad, elegir lo fácil, lo que menos esfuerzo me iba a suponer para poder compaginar el instituto con el conservatorio lo que no me esperaba era lo que iba a pasar este año.
Desde el principio me ha enseñado a detenerme y pensar en temas que tal vez no hubiera hecho de otra forma, ha contado historias increíbles que llegaban a ser incluso difíciles de creer, me ha enseñado a crear mi propia opinión, a defenderla, a tener un criterio, pararme a leer los artículos del periódico... Pero no sólo me ha enseñado todas estas cosas y muchas más que por falta de tiempo o espacio no puedo enumerar.
También me ha dado su apoyo, me ha escuchado en los buenos y los malos días, cuando entraba a clase con una sonrisa y cuando pasaba la hora sumida en todos los asuntos que rondaban mi cabeza. Se ha preocupado por mi, me ha aconsejado y saludado, dedicándome una sonrisa cada vez que nos cruzábamos en el pasillo.
Sólo puedo darle las gracias, por toda su ayuda, por su preocupación, por todo lo que me ha enseñado, por su afecto y su alegría cuando le contaba que las cosas ya iban mejor. Gracias por todo lo que ha hecho por mi durante este año y aunque siento que únicamente hayamos coincidido en mi último año en el instituto espero poder escaparme de vez en cuando y hacer una visita, aunque sólo sea media o una hora para saludar y contar como va todo.
Por último, espero haber sido al menos, la mitad de buena alumna que buena profesora ha sido conmigo. Repetir un gran gracias por todo lo que ha hecho y como dijo un poeta de la generación del cuarenta y cinco, que en el adiós se encuentre nuestra bienvenida.
Ante todo, quiero darte las gracias por tus cariñosas palabras. Disculpa si no te he respondido antes. La primera vez que leí tu "despedida" se me saltaron las lágrimas. ¡Qué puede decir una profesora ante un gesto tan conmovedor ! Es uno de esos momentos en los que los profesores de Lengua nos quedamos sin palabras.
En primer lugar, soy yo la que espera haber sido la mitad de buena profesora que buena alumna, persona especial y digna de elogios eres tú. En serio, no lo digo por falsa modestia. Creo que yo no he estado a tu altura, ni a la de la mayoría de tus compañeros también, que han sido y son fabulosos. Os auguro un gran porvenir. Soy yo la que hubiera querido llegar a ser la profesora quetú y todos os merecéis .Cuando un profesor se encuentra en su camino a una alumna como tú, sabe que el futuro está en buenas manos. Y, por supuesto, es muy gratificante nuestra profesión con personas como tú,Marina. Sólo por ésto, vale la pena ser profe en estos tiempos tan difíciles. Gracias, de corazón.
Eres una persona especial, como alumna y como persona. A pesar de tu juventud, hablas con una sabiduría y una naturalidad y sencillez que son difíciles de encontrar en los de tu edad. Eres consciente y templada , dos cualidades que también escasean . Tus escritos poseen una elegancia y unas destrezas increíbles... ya te adivino un buen porvenir como escritora ( tú ya lo sabes). Y como el arte es algo que se lleva a muchas facetas de la vida, tu música refleja también la artista que eres. Ojalá puedas llenar tu vida entera de arte. Y hacer de tu vida, de esta forma, una obra de arte. De hecho ya lo haces, pues pones el alma en tus tareas más cotidianas.
Me alegra haberte servido de ayuda, de apoyo o de estímulo, aunque es muy fácil - insisto- con alumnas como tú. Siempre intento poner mucho corazón en mi trabajo; es un servicio a los demás y así debe entenderse nuestra profesión. Y si en algún momento te han ayudado mis clases a que tu vida sea mejor, a ser más consciente,a sentir más curiosidad por lo que nos rodea, pues me alegro, porque para mí ha resultado muy gratificante encontrarte en el camino.
Cuenta conmigo siempre. Llámame o ven al Instituto para contarme cómo te va o simplemente para saludarme. Me dará mucha alegría verte.
Por último, te deseo suerte en todo lo que hagas. No la necesitas, porque tú ya buscas la suerte con tu constancia y con tus proyectos; esa es la base para tener suerte : buscarla. No seas muy exigente contigo misma y perdónate siempre los fracasos, los errores. Seguro que detrás de un aparente fracaso encontrarás una enseñanza. Y sigue siendo tan especial, tan afectuosa; la amistad y el conocimiento de los demás te traerán muchos buenos momentos en la vida. Eso sí: cuando alguien intente contagiar su pesimismo, su derrotismo o sientas que no te conviene, apártate de su camino. Desoye siempre a las personas que, por cualquier razón, te arrastren con su egoísmo. En el fondo de nuestro corazón, sabemos lo que tenemos que hacer; somos sabios, aunque a veces, ignoremos nuestra sabiduría innata.
Confío en que no necesitas ningún consejo, pues eres muy sabia - te lo dije antes- . De todas formas, siempre estaré por si me necesitas.
Es cierto: ha sido poco tiempo, pero a veces, tengo la sensación de haber compartido contigo más de una hora a la semana. Quizá, Marina, (aunque yo no tengo muy claro el tema de la reencarnación, como os dije en clase ) ya nos conocíamos de otra vida, o quizá simplemente que me ha sabido a poco trabajar con alumnas tan competentes como tú. De cualquier manera, ya sabes dónde encontrarme.
Para mi profesora de periodismo
ResponderEliminarNo quiero que esto se convierta en una despedida, ni tampoco algo aburrido, encorsetado o demasiado pomposo. No se me da bien decir lo que pienso directamente y mucho menos encontrar un título adecuado para un texto o historia. Quiero que esto sea un recuerdo, un gracias a todo lo que me ha aportado este año y sobre todo un hasta luego.
Cuando elegí periodismo como optativa no tenía demasiadas expectativas, no sabía como serían las clases o que profesor nos tocaría. A decir verdad, en un principio fue una asignatura por comodidad, elegir lo fácil, lo que menos esfuerzo me iba a suponer para poder compaginar el instituto con el conservatorio lo que no me esperaba era lo que iba a pasar este año.
Desde el principio me ha enseñado a detenerme y pensar en temas que tal vez no hubiera hecho de otra forma, ha contado historias increíbles que llegaban a ser incluso difíciles de creer, me ha enseñado a crear mi propia opinión, a defenderla, a tener un criterio, pararme a leer los artículos del periódico... Pero no sólo me ha enseñado todas estas cosas y muchas más que por falta de tiempo o espacio no puedo enumerar.
También me ha dado su apoyo, me ha escuchado en los buenos y los malos días, cuando entraba a clase con una sonrisa y cuando pasaba la hora sumida en todos los asuntos que rondaban mi cabeza. Se ha preocupado por mi, me ha aconsejado y saludado, dedicándome una sonrisa cada vez que nos cruzábamos en el pasillo.
Sólo puedo darle las gracias, por toda su ayuda, por su preocupación, por todo lo que me ha enseñado, por su afecto y su alegría cuando le contaba que las cosas ya iban mejor. Gracias por todo lo que ha hecho por mi durante este año y aunque siento que únicamente hayamos coincidido en mi último año en el instituto espero poder escaparme de vez en cuando y hacer una visita, aunque sólo sea media o una hora para saludar y contar como va todo.
Por último, espero haber sido al menos, la mitad de buena alumna que buena profesora ha sido conmigo. Repetir un gran gracias por todo lo que ha hecho y como dijo un poeta de la generación del cuarenta y cinco, que en el adiós se encuentre nuestra bienvenida.
Querida Marina:
EliminarAnte todo, quiero darte las gracias por tus cariñosas palabras. Disculpa si no te he respondido antes. La primera vez que leí tu "despedida" se me saltaron las lágrimas. ¡Qué puede decir una profesora ante un gesto tan conmovedor ! Es uno de esos momentos en los que los profesores de Lengua nos quedamos sin palabras.
En primer lugar, soy yo la que espera haber sido la mitad de buena profesora que buena alumna, persona especial y digna de elogios eres tú. En serio, no lo digo por falsa modestia. Creo que yo no he estado a tu altura, ni a la de la mayoría de tus compañeros también, que han sido y son fabulosos. Os auguro un gran porvenir. Soy yo la que hubiera querido llegar a ser la profesora quetú y todos os merecéis .Cuando un profesor se encuentra en su camino a una alumna como tú, sabe que el futuro está en buenas manos. Y, por supuesto, es muy gratificante nuestra profesión con personas como tú,Marina. Sólo por ésto, vale la pena ser profe en estos tiempos tan difíciles. Gracias, de corazón.
Eres una persona especial, como alumna y como persona. A pesar de tu juventud, hablas con una sabiduría y una naturalidad y sencillez que son difíciles de encontrar en los de tu edad. Eres consciente y templada , dos cualidades que también escasean . Tus escritos poseen una elegancia y unas destrezas increíbles... ya te adivino un buen porvenir como escritora ( tú ya lo sabes). Y como el arte es algo que se lleva a muchas facetas de la vida, tu música refleja también la artista que eres. Ojalá puedas llenar tu vida entera de arte. Y hacer de tu vida, de esta forma, una obra de arte. De hecho ya lo haces, pues pones el alma en tus tareas más cotidianas.
Me alegra haberte servido de ayuda, de apoyo o de estímulo, aunque es muy fácil - insisto- con alumnas como tú. Siempre intento poner mucho corazón en mi trabajo; es un servicio a los demás y así debe entenderse nuestra profesión. Y si en algún momento te han ayudado mis clases a que tu vida sea mejor, a ser más consciente,a sentir más curiosidad por lo que nos rodea, pues me alegro, porque para mí ha resultado muy gratificante encontrarte en el camino.
Cuenta conmigo siempre. Llámame o ven al Instituto para contarme cómo te va o simplemente para saludarme. Me dará mucha alegría verte.
Por último, te deseo suerte en todo lo que hagas. No la necesitas, porque tú ya buscas la suerte con tu constancia y con tus proyectos; esa es la base para tener suerte : buscarla. No seas muy exigente contigo misma y perdónate siempre los fracasos, los errores. Seguro que detrás de un aparente fracaso encontrarás una enseñanza. Y sigue siendo tan especial, tan afectuosa; la amistad y el conocimiento de los demás te traerán muchos buenos momentos en la vida. Eso sí: cuando alguien intente contagiar su pesimismo, su derrotismo o sientas que no te conviene, apártate de su camino. Desoye siempre a las personas que, por cualquier razón, te arrastren con su egoísmo. En el fondo de nuestro corazón, sabemos lo que tenemos que hacer; somos sabios, aunque a veces, ignoremos nuestra sabiduría innata.
Confío en que no necesitas ningún consejo, pues eres muy sabia - te lo dije antes- . De todas formas, siempre estaré por si me necesitas.
Es cierto: ha sido poco tiempo, pero a veces, tengo la sensación de haber compartido contigo más de una hora a la semana. Quizá, Marina, (aunque yo no tengo muy claro el tema de la reencarnación, como os dije en clase ) ya nos conocíamos de otra vida, o quizá simplemente que me ha sabido a poco trabajar con alumnas tan competentes como tú. De cualquier manera, ya sabes dónde encontrarme.
Un fuerte y cariñoso abrazo. ¡Hasta siempre!